Podríamos hacer una larga lista de recomendaciones para conseguir lo que denominamos unos hábitos de vida saludable. Algunas de ellas las tenemos presentes en el día a día. Otras nos viene muy bien que nos la recuerden de vez en cuando. Y hay otras que, como la fruta, tienen su temporada.
Principales hábitos de vida saludable
Entre las primeras están aquellas que todos conocemos de sobra. Y que la OMS señala como principales hábitos de vida saludable para proteger nuestra salud, tanto física como mental:
- Llevar una dieta equilibrada.
- Hacer ejercicio de forma moderada.
- Dormir los suficiente.
- Mantener una higiene correcta.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco.
- Disfrutar de las relaciones sociales.
- Cultivar la mente.
Sin embargo, hoy queremos centrarnos en otros hábitos de vida saludable que no tenemos tan presentes y que necesitamos que nos recuerden de vez en cuando.
Es más fácil olvidarnos de hacer aquellas cosas cuyos efectos no vemos inmediatamente. Sin embargo, algunas de estas prácticas a la larga son muy efectivas y pueden suponer un auténtico motor de cambio en nuestras vidas. Por ejemplo:
- Practicar la risoterapia. La risa es el mejor antídoto para situaciones de depresión, angustia o ansiedad. Mejora la función respiratoria y aumenta la oxigenación. Favorece al sistema inmunológico y tiene efecto analgésico.
- Disfrutar de la naturaleza. Salir al parque, al campo, a la playa o, mejor aún, hacer un viaje a un lugar apartado donde puedas disfrutar y respirar aire limpio. Está demostrado que el contacto con la naturaleza disminuye los niveles de estrés negativo o distrés y de todas las patologías asociadas como angustia, tristeza, malestar, depresión…Además, mejora el funcionamiento de nuestros sistemas inmunitario y endocrino, favorece el descanso y mejora la calidad del sueño.
- Aléjate de las pantallas. Evita el ocio pasivo. Suma el tiempo que pasas frente a una pantalla (móvil, tablet, televisión, ordenador o videojuego) y compáralo con el que dedicas a otras actividades como leer, hacer ejercicio o estar con los amigos. Si la situación en la que nos encontramos no es la mejor para disfrutar con tu deporte favorito, aprovecha la ocasión para conocer nuevas disciplinas y actividades que puedes practicar incluso dentro de casa. La vida sedentaria es la principal causa del aumento de la obesidad, sobrepeso y todas las enfermedades asociadas a ellas.
- Practica sexo siempre que puedas. Está demostrado que las relaciones sexuales satisfactorias actúan sobre el sistema nervioso y el metabolismo del ser humano, favoreciendo un estado de equilibrio y de bienestar físico y psicológico. Eso sí, es muy importante evitar la práctica de relaciones sexuales que supongan un riesgo para la aparición de las llamadas ETT o enfermedades de transmisión sexual.
- Música y más música. Sin duda la mejor medicina para el alma, y por lo tanto, también para el cuerpo. Múltiples estudios han demostrado que la música activa grandes áreas del cerebro como son la auditiva, la motora y la límbica. Esta última es la responsable de un grupo de estructuras que dirigen las emociones y el comportamiento en el ser humano.
Recomendaciones para prevenir y disfrutar de una buena salud
En el último grupo de recomendaciones acordes con unos hábitos de vida saludable, englobamos aquellas que, como decíamos al principio, tienen su temporada, como mantenerse protegido de las radiaciones solares o seguir las vacunaciones recomendadas para las poblaciones de riesgo.
Pero también otras que están relacionadas con problemas asociados a la edad o las características de un determinado sector de población. Como vigilar la higiene postural, para evitar problemas que limiten significativamente nuestra calidad de vida, y las revisiones médicas, urológicas, ginecológicas y mamografías, que ayudan a prevenir patologías o a detectarlas precozmente y así evitar males mayores.
Y nos dejamos para el final la recomendación más complicada de convertir en un hábito pero, según afirman diversos estudios científicos, con poderos y probados efectos sobre la salud: ¡¡ENAMÓRATE!! Durante la fase del enamoramiento, el cerebro segrega hormonas como la oxitocina, la dopamina o la adrenalina, que protegen el sistema cardiovascular.
Así es que podemos afirmar que las reacciones bioquímicas que experimenta el organismo cuando un sujeto entra en fase de enamoramiento mejoran el estado de salud y alargan su esperanza de vida.
Los vínculos afectivos que tenemos con nuestra pareja, amigos y familiares, mejoran la presión arterial, lo que ayuda a reducir los niveles de ansiedad, estrés y depresión, conocidos como factores psicológicos del riesgo.
Tareca, Vending que te hace feliz