Un ejemplo más de cómo una tradición culinaria basada en la supervivencia y en el aprovechamiento del producto local, se convierte por efecto de la globalización en una propuesta gastronómica que traspasa fronteras. Eso es el poke bowl.
Origen del poke bowl
Pero vayamos al origen. Antes de que Hawai se convirtiera en estado de los Estados Unidos, los nativos -dedicados fundamentalmente a la pesca- reponían fuerzas tras la jornada con un plato de arroz, al que añadían los cortes de pescado crudo del día, mezclado con algas limu y el toque crujiente de las nueces de Kukui tostadas y picadas.
Así comenzó el poke bowl. Un plato lleno de colores, sabores y texturas.
Hawai era entonces un puerto de escala para los navegantes de Polinesia, Portugal, Corea, Japón, China y Filipinas. Los desembarcos continuos en las islas trajeron consigo un inevitable cruce de influencias. Actualmente el 40% de la población de estas islas es de origen nipón. Ellos se encargaron de introducir la soja y el aceite sésamo y sustituir el pescado blanco por atún rojo. Lo que derivó en recetas como el Shoyu poke, la versión más popular.
Así, resulta fácil entender que durante la década de los setenta, el poke bowl terminara conociéndose entre los surfistas que visitaban las islas como hawaian sashimi, una mezcla de atún marinado con cebolla roja y cebolleta, salsa de soja y sésamo.
Lo cierto es que hoy día hay tantas versiones de poke -o poké- como de pizza. Su nombre proviene de pok-ei, que literalmente significa «en trozos pequeños». En definitiva se trata de un plato de arroz cubierto con pescado crudo, verduras, frutas y diferentes salsas.
Una propuesta que triunfa por su frescura, por sus infinitas posibilidades y por tener un formato que encaja perfectamente en el concepto de fast food saludable, emplatado o en versión take away. ¿Qué más se le puede pedir?
Muchos restaurantes han incorporado el poke bowl a su carta añadiendo su toque personal, en el marinado del pescado, las salsa, las especias y el combinado de frutas o verduras frescas.
Y como es un plato saludable, también se han lanzado versiones veganas y vegetarianas para aquellos que quieran disfrutar de esta receta de otra manera.
La fama del poke bowl
Pero quizá en el gran salto a la fama se lo debe a los “influencers” y a las redes sociales que han sabido aprovechar esta moda que vende a un mismo tiempo tendencia y salud.
Tanta fama ha alcanzado que incluso tiene un día mundial: el 28 de septiembre se celebra el Día Internacional del Poke Bowl.
Para nutricionistas y entrenadores personales es un plato muy completo y saludable, ya que combina hidratos de carbono, con proteína y vegetales frescos. Y es muy fácil de adaptar tanto a los gustos personales, como a la disponibilidad de productos locales o a los requisitos nutricionales de cada estación del año.
Además el poke bowl es muy fácil de preparar y en internet encontrarás miles de recetas para elegir las que más te gusten. O puedes echarle imaginación y darle tu toque a este plato tan sano y rico. ¿Te animas a probar?
Tareca, vending que te hace feliz