Comer sano todos los días es una cuestión de actitud y de hábitos. Tampoco es cierto que sea más laborioso, ni aburrido. Se trata de saber elegir bien lo que comes y también lo que bebes.
Estamos seguros que a la larga comer sano todos los días te va a proporcionar tanto o más disfrute que comer de manera irresponsable y, además, no se verá resentida tu salud. ¿Quieres saber cómo comer sano todos los días?
Consejos para comer sano todos los días
Reduce el consumo de azúcar
Un adulto no debe consumir más de 6 u 8 cucharadas de azúcar al día, o lo que es lo mismo entre 26 y 34 gramos. Superar estas cantidades puede derivar en problemas serios de salud como obesidad o diabetes, entre otros.
Así es que la primera norma para llevar una alimentación saludable es que evites los dulces y todos aquellos alimentos y bebidas que llevan azúcares añadidos.
Esto incluye los productos que la contienen, incluso de forma enmascarada. Revisa bien las etiquetas porque estas cantidades, aunque sean pequeñas, también suman.
Por otro lado, si vas a utilizar edulcorantes, procura que sean naturales: Miel, estevia, azúcar integral de caña o de coco. Algunos de ellos tienen menos calorías y, sobre todo, tienen un índice glucémico más bajo y son más saludables.
Di NO a la comida procesada
La mayoría de los alimentos procesados son perjudiciales para la salud puesto que contienen una gran cantidad de grasas saturadas, azúcar, sal y además suelen ser muy calóricos.
Los estudios científicos han demostrado que el consumo de este tipo de alimentos puede aumentar el riesgo de trastornos cardiovasculares, trastornos metabólicos, como la obesidad y la diabetes, enfermedades coronarias y enfermedades cerebrovasculares.
A la hora de comprar, es esencial decantarse por alimentos frescos. Conviene orientar los hábitos de alimentación hacia una dieta mediterránea, rica en frutas y verduras.
Vigila los alimentos «lentos»
La pasta y el arroz son alimentos necesarios en una dieta equilibrada pero debes condicionar su consumo a la actividad física que realices, ya que son de absorción lenta y cuentan con bastante cantidad de azúcares y grasas naturales.
Algunos ejemplos de alimentos «lentos», además de los mencionados, son los huevos, el pan, los cereales y algunos pescados y carnes. Es decir, las proteínas animales y los comúnmente conocidos como hidratos, que deben consumirse con moderación y, estos últimos, mucho mejor si son integrales.
Mejor horneado que frito
Quizá calentar el horno te lleve más tiempo que llenar una sartén de aceite, pero la espera merece pena. Las verduras, el pescado, el pollo… conservan mejor el sabor y el aroma si los cocinas al horno y, sobre todo, te evitarás una cantidad enorme de grasas innecesarias y muy perjudiciales para la salud.
Agua y más agua
No nos cansaremos de decirlo: el agua es salud y bienestar. Juega un papel muy importante en nuestro organismo: transporta los nutrientes hacia las células y elimina del organismo las sustancias tóxicas y los desechos a través de la orina. Interviene en la digestión, absorción y metabolismo de los alimento entre otras misiones de vital importancia.
Que no te toquen la fibra
Las frutas y las verduras son fuente de vitaminas, minerales y fibra indispensable en este plan de cómo comer sano todos los días.
Los zumos y licuados de frutas y verduras son muy recomendables, pero aún lo son más si los consumes enteros. Además de tener mayor efecto saciante, te aportan la fibra que necesita tu cuerpo para un correcto tránsito intestinal. Una cuestión muy importante para nuestro bienestar general.
Rodéate de “buenos amigos”
Como verás, saber cómo comer sano todos los días es fácil. Basta con seguir algunos consejos básicos. Pero hay ciertos alimentos de los que no deberíamos separarnos.
Tenerlos siempre a mano e incluirlos en tu dieta hará que aumente tu círculo de buenas influencias.
Es el caso del cacao
Si fue el oro más preciado en la cultura maya por algo será. Además de su aroma y su sabor está considerado un superalimento. El cacao crudo es uno de los alimentos con una mayor concentración de antioxidantes.
Además, es rico en magnesio, hierro y otros minerales, como calcio, fósforo, cobre, manganeso y, en menor medida, selenio, potasio y zinc, también están presentes. No te resultará difícil encontrar chocolate con un alto contenido en cacao, sin grasa e incluso sin edulcorante. Busca los que tengan al menos un 65% de cacao. Si vas a “pecar” con algo dulce, que sea para bien.
Usa semillas de chía
Son ricas en Omega-3, fibra, antioxidante, calcio y proteínas. Además, cada semillita se expande cuando las comes, es decir que te sentirás más satisfecho al comerlas y no tendrás necesidad de buscar un postre.
Incluso se las puedes agregar al agua, a los zumos, las ensaladas.
Los beneficios de un vaso de vino
Acompañar las comidas con un vaso de buen vino, no solo es un placer, sino que es un hábito de lo más saludable. A dosis moderadas: estimula el apetito y aumenta la secreción gástrica; mejora el flujo sanguíneo y la vasodilatación impidiendo la oxidación del colesterol «malo» (LDL); aumenta el colesterol «bueno» (HDL) en la sangre e impide el depósito de grasa en las paredes de las arterias, disminuyendo el riesgo de infarto.
Se le puede puede pedir más a un amigo.
Tareca, vending que te hace feliz