Todos tenemos la impresión de que la elaboración del pan casero es un proceso complejo, con pocos ingredientes pero con muchos secretos. Solo al alcance de profesionales con oficio y conocimiento de fórmulas que se trasmiten de generación en generación. Pero hoy vamos a contarte alguno de esos secretos y explicarte cómo hacer pan casero.
Lo cierto es que el dominio de las materias primas, la obtención de la masa madre, los largos y delicados procesos de fermentación, el control de la temperatura de horneado… son cuestiones que nos escapan y nos hacen desistir de la posibilidad de hacer el pan en casa.
Pero hay recetas de pan casero sencillas, con ingredientes que puedes encontrar en cualquier supermercado. Y que además podrás hacer en el horno de casa con un resultado más que sorprendente.
Solo tienes que reunir los utensilios e ingredientes básicos que te vamos a enumerar a continuación y seguir atentamente los pasos para su elaboración. El proceso de cómo hacer pan casero es fácil y rápido. En menos de una hora tendremos nuestro pan calentito y recién horneado.
Ingredientes:
- Harina de trigo (de fuerza), 500 g.
- Agua templada, 325 ml.
- Levadura fresca de panadería, 15 g.
- Sal, 10 g.
- Azúcar, 10 g.
- Aceite de oliva virgen extra, 45 ml.
¿Cómo hacer pan casero de forma sencilla?
Ponemos el agua templada en un recipiente amplio y hondo (tipo bol) y añadimos la levadura fresca desmenuzada, y el azúcar. Removemos hasta que el azúcar y la levadura se integren por completo.
A continuación añadimos a la mezcla anterior la mitad de la harina (250 gr) y todo el aceite. Mezclamos bien con una espátula procurando deshacer los grumos que se formen.
Una vez consigamos una masa homogénea, la dejamos reposar durante 20 minutos a temperatura ambiente, cubriendo el recipiente con un trapo limpio. La masa crecerá ligeramente y observarás que empiezan a aparecer burbujas.
Transcurrido el tiempo de reposo, incorporamos el resto de la harina, la sal. Removemos poco a poco hasta que quede totalmente integrada con el resto de la masa. El resultado es una masa bastante más densa y compacta que en el paso anterior.
Es importante seguir todos los pasos sin alterar el orden para que el resultado sea como esperamos. Por ejemplo, es aconsejable no mezclar al mismo tiempo sal y levadura. La sal puede alterar la acción de la levadura durante el proceso de fermentación. El nivel optimo de sal en masas de pan va desde 1,75% a 2,25%. Así que en este caso hemos optado por 10 gramos para que no afecte el proceso de levado.
Ahora que ya tenemos la masa preparada, espolvoreamos la superficie de trabajo y la volcamos sobre ella. Nos engrasamos las manos con aceite y amasamos durante un par de minutos.
Pan tipo hogaza
Para conseguir un pan tipo hogaza, damos forma redondeada a la masa y la colocamos sobre una bandeja de horno que habremos cubierto previamente con papel vegetal. Unta la superficie con aceite, coloca la bola de masa sobre ella y haz dos cortes en la superficie con un cuchillo afilado.
Embadurnamos con aceite el interior de un recipiente amplio y hondo apto para horno. Un bol de pyrex de 24 cm puede ser perfecto. Lo colocamos sobre la masa y cubriéndolo a modo de campana.
Finalmente, lo cocemos en el horno, precalentado a 200 ºC, con calor arriba y abajo, durante 45 minutos. Transcurrido este tiempo, lo destapamos y dejamos enfriar sobre una rejilla. Déjajalo reposar unos 20 minutos antes de consumirlo y lo podrás disfrutar en su punto: crujiente por fuera y tierno por dentro.
¿Te atreves a probar?
Tareca, Vending que te hace feliz