Para saber Cómo combatir la ansiedad de comer de manera irracional y convulsivamente y que no derive en malos hábitos alimentarios, solo hay que tener en cuenta unas pautas muy efectivas.
Hay momentos complicados y tensiones en nuestro días que nos llevan compulsivamente a comer para calmar la ansiedad. Lo hacemos de manera casi inconsciente y más que saciar el hambre, comer de manera irracional solo nos lleva a alimentar nuestro desequilibrio y dejar paso a que se instalen en nuestra vida malos hábitos alimenticios. ¿Cómo combatir la ansiedad de comer?
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un estado emocional caracterizado por sentimientos de temor, tensión y sufrimiento ante un peligro que se supone va a suceder. En ciertas ocasiones los efectos de convivir con la ansiedad pueden provocar lo que se denomina hambre emocional, una alteración cada vez más frecuente en nuestros días.
El Instituto Médico Europeo de la Obesidad asegura que las incertidumbres que genera el presente contexto social hacen que casi todos segreguemos menor cantidad de unos neurotransmisores (serotonina, dopamina y noradrenalina) y en consecuencia seamos más susceptibles de sufrir trastornos de ansiedad y un apetito incontrolable como forma de combatirlos.
Suele haber “algo” que causa en un conflicto emocional que no se está resolviendo de forma adecuada y que nos lleva a comer para saciar unas necesidades emocionales y nunca físicas. Cuando hablamos de ansiedad por comer nos referimos precisamente a eso, a ese estado en el que la persona come sin tener hambre real.
La sensación de placer inmediato que sentimos al comer solo nos calma la ansiedad a corto plazo, y en tan solo unos minutos a nuestra insatisfacción le añadimos sentimiento de culpa, remordimiento o incluso vergüenza porque hemos vuelto a comer sin control.
Pautas para combatir la ansiedad de comer
Por ello, saber cómo combatir la ansiedad de comer es sencillo. Solo hay que tener en cuenta algunas pautas muy efectivas.
- Relájate. Practica ejercicios y técnicas de relajación de forma habitual, así disminuirá la tensión acumulada durante la jornada lo que te ayudará a calmarla ansiedad. La meditación, las respiraciones conscientes o el yoga te pueden ayudar mucho dedicándole tan solo unos minutos al día.
- No te saltes comidas. Respeta las cinco comidas. O bien come cada 3-4 horas para evitar llegar a la siguiente comida con ganas incontrolables de darte un atracón.
- Busca alternativas saludables. En los momentos de debilidad, no olvides que siempre hay opciones ricas y saludables que te ayudarán a mantenerte saciado además de bien alimentado. Busca alimentos que te aporten algo más que calorías. Los snacks no son siempre dañinos para nuestra dieta si sabemos elegirlos.
- Come de manera consciente. A la hora de comer, es importante que no lo hagas con prisa, dedícale el tiempo que merece y sé consciente de lo que haces. Elige lo que vas a comer en cada momento, saborea y disfruta.
- Hazte amig@ de los líquidos. En muchas ocasiones confundimos el hambre con la falta de hidratación de nuestro cuerpo cuando lo que nos está pidiendo es agua y más agua. Además los líquidos tienen un claro efecto saciante y nos ayudan a eliminar toxinas de nuestro cuerpo. Acostumbrate a tomar infusiones calientes, en especial el té verde,nos aporta antioxidantes tiene efectos depurativos y la virtud de acelerar nuestro metabolismo.
- Evita el azúcar. Los alimentos y productos con altos niveles de azúcar sacian a corto plazo, pero suben de manera rápida los niveles de insulina en sangre y crean un efecto de enganche muy peligroso.
- Entrena la fuerza de voluntad. Identifica en qué momento del día te entra esa ansiedad y encuentra otra alternativa más saludable: leer, pasear o escuchar música.
- Practica ejercicio físico todos los días. Sal a correr, en bici, a pasear, sube escaleras. Te ayudará a estar motivado para seguir una vida sana. El ejercicio físico moderado nos ayuda a aumentar los niveles de dopamina y relaja la tensión acumulada, por lo que es un aliado esencial a la hora de disminuir los niveles de ansiedad, estrés y tensión.
- Añade más fibra a tu dieta. Todos los alimentos ricos en fibra sacian, sobre todo si aportan fibras solubles, que absorben más agua.
- Duerme lo suficiente. Descansar menos de lo que te toca puede conducir a un desequilibrio hormonal, afectando a la grelina y la leptina, hormonas que intervienen en la sensación de hambre y saciedad.No dormir las suficientes horas hace que estemos más cansados e irascibles y también tiene un efecto directo sobre nuestro organismo, aumenta los niveles de hambre.
- Busca el origen del problema. Ahora sabemos algo más sobre el hambre emocional y las causas que la originan y que se esconden tras la máscara de la ansiedad. Tomar medidas para saber cómo combatir la ansiedad de comer es el primer paso para frenar el problema. Pero buscar el origen es clave para que este desaparezca.
Tareca, vending que te hace feliz